La ofensiva de Vodafone animará a Orange a contraatacar con Jazztel

El mercado español de las telecomunicaciones toca con los dedos uno de los momentos más trascendentes de su reciente historia. Tras las compras de Airtel, Amena y Auna por Vodafone, Orange y Ono, respectivamente, ninguna otra operación tiene el calado de la que ahora aparece en el horizonte del operador rojo.

Con la encarrilada compra de Ono por parte de Vodafone, cuyos contactos hoy podría reconocerlos el grupo británico, la segunda mayor teleco del país incrementará sus distancias respecto a su inmediato perseguidor, Orange.

La consolidación del sector de las telecos, tan esperada desde hace años, promete estar a la vuelta de la esquina. Este primer movimiento en ciernes convulsionará el sector de tal forma que podría producirse un efecto dominó.

La ofensiva de Vodafone en la casa de Ono apremiará a Orange a cargar su escopeta para apuntar a alguna pieza. No hace falta ser un visionario para intuir que Jazztel se encuentra con casi todas las papeletas para entrar en el baile de adquisiciones.

Para alegría de los accionistas, el operador que preside Leopoldo Fernández-Pujals encara unos meses en los que su valor cotizará al alza. Entre los argumentos que invitan a anticipar una posible opa sobre Jazztel destaca el empeño de Orange por convertirse en el segundo mayor operador de España, objetivo incluido en el denominado Plan Conquista 2015. La semana pasada, el grupo galo recortó el dividendo el 25%, hasta los 0,60 euros por título, para así disponer de musculatura financiera con la que salir de caza. Además, la cúpula parisina de Orange ha dejado claro que analizará las oportunidades que pudieran surgir en sus mercados clave. Y entre ellos sobresale España, el mercado que ha aportado al grupo Orange las mayores alegrías y crecimientos, al margen del continente africano.

La exigencia es máxima, sabiendo el salto cualitativo y cuantitativo de Vodafone. La suma de los 1,8 millones de clientes de Ono permitirá al operador rojo triplicar su negocio de banda ancha fija. La cuota de mercado del 7,5 por ciento de ADSL de Vodafone pasaría al 21%, con la incorporación del cable. El nicho de la telefonía móvil del operador rojo también percibirá un notable empujón con los 1,1 millones de abonados de móviles de Ono, todo un alivio tras la pérdida de los clientes de Euskaltel (ahora con Orange) y de PepePhone (en breve con Yoigo).

Vodafone también volverá a abrir su ventanilla en el negocio audiovisual, con los 800.000 suscriptores de la televisión de pago de Ono. Entre otras consecuencias, la filial española tendría que volver a contribuir con la tasa del 0,9 por ciento de sus ingresos para financiar la ominosa supresión de la publicidad en TVE.

Fuente:  elEconomista.es.

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